Porqué hacer tu reforma en verano
Parece ser que en verano muchos reformistas cierran, y muchos de nuestros clientes nos han comentado con sorpresa que no esperaban que estuviéramos abiertos.
Te explicamos las razones para hacer tu reforma en verano y así hacer realidad el proyecto de tus sueños.
En verano los días son más largos. Hay más horas de luz y normalmente más días soleados. Esto hace que los industriales puedan trabajar con luz natural y puedan aprovechar más horas para poder hacer ciertos trabajos. Por ejemplo si hay que cortar la luz no dependerán tanto del horario, ya que oscurece más tarde. Pásate a leer nuestro artículo relacionado, y aprovecha al máximo la iluminación de tu casa.
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Menos humedad
El hecho de que haya menos humedad en verano es que cuando se trata de trabajos en los que hay que esperar al secado es mucho más rápido, por lo que implica menor tiempo para hacer una reforma en verano.
Menos molestias para los vecinos
Al ser época de vacaciones es posible que algunos de tus vecinos se hayan ido a segundas residencias o de viaje. O simplemente al hacer buen tiempo la gente pasa más horas fuera de casa. Por lo que es una ventaja ya que, molestaremos menos a la hora de hacer trabajos ruidosos en la reforma.
Mejor ventilación y limpieza
Al hacer calor podemos dejar todo el día las ventanas abiertas para que los olores de las pinturas y otros productos se vayan antes y gracias a la luz solar, a la hora de limpiar podemos ver mejor los restos de suciedad que quedan de las obras.
No necesitas tanto la caldera
Al no usar la calefacción en verano es perfecto para poder cambiar la instalación y tenerla correctamente cuando vuelva a llegar el frío. Cambiar la caldera puede reducir el consumo de energías renovables en hasta un 30%, además de que es una de las cosas que se tiene en cuenta en el momento de hacer el certificado energético de la vivienda. Reducirás tu factura energética y tendrás un equipo más moderno y seguro.
Llaves en mano
Puedes hacer tu reforma en verano mientras te vas de vacaciones. Olvidarte de las obras y una vez vuelvas tener tu piso perfecto para entrar a vivir.
Si por lo contrario, no quieres dejar tus llaves, puedes aprovechar tus vacaciones para supervisar los trabajos realizados y de esta manera puedes ir viendo el progreso sin tener el estrés de la rutina.
Por Jordina Pereira
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